jueves, 3 de mayo de 2012

Accidentes viales, la principal causa de muerte

a principal causa mundial de muerte de adolescentes, de entre 15 y 19 años, son los accidentes de tránsito, según informes de la Organización Mundial de la Salud. Esto implica que, anualmente, 400.000 jóvenes pierden la vida de esta forma.

En la Argentina, según una investigación realizada por el Centro de Experimentación y Seguridad vial (Cesvi), las tasas de adolescentes involucrados en choques son mayores a las del resto de los grupos etáreos de más de 35 años.

En un reciente informe del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) de Estados Unidos, que recoge el Cesvi, se analiza la relación directa que existe entre los jóvenes de corta edad y los accidentes de tránsito.

"La mayoría de los impactos de este grupo tiene como protagonista solamente al vehículo del adolescente que, generalmente, pierde el control por circular a alta velocidad. El problema es peor entre los menores que tienen menos experiencia al volante, ya que, por su falta de madurez, se arriesgan más", dice el trabajo.

"La diferencia en la conducción entre adultos y adolescentes es el componente de audacia que éstos tienen. Los lleva a no tomar medidas precautorias y a pensar que nada malo les puede pasar", dice María Teresa Murillo, vicepresidenta de la Comisión Organizadores de la Primera Jornada en Accidentología de Tránsito.

"Sería importante realizar un examen psicológico de varias sesiones en los jóvenes que tramitan su registro de conducir, que permita detectar componentes impulsivos o agresivos", agrega la psicóloga.

Según el IIHS, los choques son más frecuentes cuando hay más de un adolescente a bordo. "El riesgo aumenta con cada pasajero adicional", apunta, y brinda ejemplos: en el 29% de los choques mortales en los que intervinieron adolescentes, en el vehículo iban tres o más ocupantes. En accidentes de adultos, esto ocurrió en el 18% de los casos.

Otro estudio realizado por el mismo centro de investigación demostró que, cuando los adolescentes conducen acompañados por otros chicos de su edad, lo hacen más rápido y dejan menor distancia respecto del vehículo que los antecede. Para llegar a esa conclusión se analizaron unos 3000 automóviles en rutas cercanas a diez escuelas públicas de Washington.

Los adolescentes resultaron ser los que más aumentaban la velocidad y el exceso fue mayor cuando los acompañantes eran varones.

Entre los consejos para padres señalados por el IIHS para evitar accidentes se menciona: establecer límites a la cantidad de pasajeros y, en ningún caso, que éstos superen la cantidad de cinturones por auto.

"Los adolescentes tienden a distraer al conductor novato y a incitarlo a correr riesgos innecesarios", dice, y agrega que la tasa de colisiones mortales nocturnas para los que tienen 16 años duplica la del día.

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